sábado, 22 de septiembre de 2012

Marrakech

Ciudad de Especias y colores, de gritos de niños jugando y alboroto del Mercado en la Medina, de motos que te rodean y del sonido de la llamada al rezo desde los minaretes de las mezquitas.

La ciudad de Marrakech tiene su corazín en un espacio amurallado, la Medina, en la cual encontramos calles llenas de puestos de venta, de comida, bolsos, joyas y ropa.

El regateo es el lenguaje de este mercado, y si no regateas, algunos se aprovecharían de tí, pero otros se ofenden, pues es su propia manera de negociar. El truco es pensar es que el precio inicial suele ser 2 o 3 veces más alto que su precio real, por lo tanto baja bastante la cifra, y al ver que el personaje no esta de acuerdo, empieza a subir poco a poco tu cifra, hasta llegar a un tope, ¡mantente firme sobre él! Si sigue sin ceder, vete a otro puesto de manera educada, verás que poco tiempo tarda en llamarte diciendote que acepta tu oferta. 


Plaza Jamma El Fna
Ahora que ya eres experto para comprar, te recomiendo que vayas una y otra vez a la plaza Jamma El Fna, el espacio más importante de la Medina, y el más grande también. Esta en cambio constante, por la mañana podemos encontrar venta de dientes de oro, puestos de naranjas y mandarinas de un naraja muy potente, y alguno que otro que quiere fascinar a lso turistas con animales con monos. También es el lugar para tatuarte con tinta de henna la mano de fátima, no soy muy aficionada a los tatuajes, pero este es especialmente bello.
Por la noche en cambio, los puestos cierran, no se ve a los hombres con sus serpientes danzantes, sino que aparecen otros puestos de restaurante , el olor cambia por completo, huele a cuscús, a cordero, a verdura y la luz cambia también por completo. Esta es la magia de esta ciudad. 

No debeis olvidaros de pasar por el Atlas, la cadena montañosa que esconde unos pueblos fascinantes y auténtico, al igual que recordar que pasar una noche en el Desierto es oblgatorio para vivir esta experiencia al máximo.



¡Buen viaje!